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Soy escritora y fotógrafa de cocina y jardín (he publicado una cincuentena de libros hasta la fecha), además de madre de familia numerosa. Vivo en un bonito rincón de media montaña, muy rural, una meseta de bosques, pastos y campos cuyo horizonte se abre a las montañas muy cerca de los Alpes y el macizo de Vercors. En Francia abundan los paisajes bonitos, pero este me sedujo para siempre.
Crecí entre un padre «sibarita» (siempre con ganas de hacerme probar los excelentísimos productos locales) y una madre más «comedida» que me transmitió el gusto por la comida sana y saludable. Por tanto, soy una especie de fusión entre estos dos mundos, no tan incompatibles como a veces nos quieren hacer creer.
Mi casa está rodeada de un jardín de unos 1500 m2 en el que cultivo, entre otras cosas, una huerta de 125 m2 que garantiza nuestra total autonomía de hortalizas (tengo 6 hijos), pero también todo tipo de frutas, plantas aromáticas y flores. Crío pollos, patos, conejos, palomas… ¡casi podríamos llamarlo una microgranja! Como el espacio es limitado, trato de optimizar todo al máximo, y la capacidad productiva de este pequeño jardín cultivado en permacultura es realmente increíble.
Animada por el bonito concepto de «sobriedad feliz», comparto mis inspiraciones (sobre cocina, jardín, el arte de vivir, etc.) para llevar una vida más sana y auténtica cerca de las cosas bellas que nos ofrece la naturaleza.
Gracias a una amiga fotógrafa, Aurélie Jeanette, que tuvo la idea de recomendarme unos vídeos. Mi agenda estaba a punto de explotar, ¡pero me encanta tanto esta marca que no dudé ni un segundo en aceptar!
El made in France, que se ha perdido tanto... También el lado «sostenible». ¡Un Opinel es tan sólido!
Mi abuelo, un granjero de Corrèze, siempre llevaba un Opinel plegable en el bolsillo. Mi padre también (¡pero él era profesor de derecho!). Tuve mi primer Opinel a una edad muy temprana, estaba tan orgullosa de él… Desde entonces, siempre he llevado uno en el bolso, o, más exactamente, en todos mis bolsos (incluso tengo un diminuto Opinel naranja colgado del llavero y, no es broma, me ha servido muchas veces). Y, por supuesto, he regalado uno a cada uno de mis hijos.
El modelo sencillo plegable de madera, tan emblemático de la marca y que adquiere una bonita pátina con el paso del tiempo. Pero, mientras tanto, los he comprado de distintos colores, ¡son más fáciles de encontrar si los pierdes en el bosque o en el jardín!
Auténtico, sólido, intergeneracional...
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